Usted acaba de conseguir una invitación para un evento especial, un cóctel exclusivo o tal vez una batalla de negocios muy particular donde usted necesita tener su mejor estilismo. Usted necesita salir a comprar ese traje de súper moda, recoger una corbata a medida del diseñador más in y como no, pañuelo en el bolsillo, y tal vez incluso los zapatos con el nombre del artesano que todo el mundo admira. Usted invierte miles de euros, porque usted detecta cuánto el estilo podría importarle a la gente que puede conocer en este evento especial.
Muchos hombres van a hacer un esfuerzo especial para lucir lo mejor de lo mejor para la ocasión, pensando que estas ocasiones son el gran instante donde demostrar el estilo. Sin apreciar que lo importante es tener elegancia todos los días. Las personas que nos encontramos en el día a día están en condiciones de influir en nuestro éxito, ya bien sea en términos profesionales o personales. Mantenerse concentrado en su estilo a diario, en realidad puede hacer más de una diferencia a largo plazo que ir presentarse en un evento de manera muy elegante, sacado de una revista. Todo su presupuesto en ropa no debe ir sólo para aquellas ocasiones especiales.
Es similar cuando se trata de la actitud. Muchos hombres se vuelven más conscientes de su comportamiento en determinados momentos especiales, pensando que es apropiado para la ocasión, pero luego su conducta se vuelve real a los pocos días de rutina. Eso puede extenderse desde la forma de vestir en la oficina a su postura al entrar en una reunión o en el lenguaje que utiliza. Quizás se cometa un error al ser otra persona que no somos, pero no deseamos ser recordados por su forma correcta de hablar, del trato exquisito que ofrecemos a nuestros compañeros?, siempre es mas sencillo mostrar una sonrisa y ser educado, sobre todo si hay alguien que puede estar en condiciones de ayudarle, y una gran aparición en un acontecimiento especial no será suficiente para superar una noción preconcebida.
Muchos hombres hacen un error similar cuando se trata de su comportamiento en una relación personal. Ya bien sea un hombre casado o que va a tener una cita. Por ejemplo, un hombre puede planear algo especialmente elaborado para el Día de San Valentín. Él va a hacer reservas en el restaurante más chic, y va a vestirse hasta la empuñadura. Estará en su modo gentleman, abriendo las puertas para ella, ayudándola a ponerse el abrigo, mover la silla de su acompañante de la mesa al sentarse e incluso recordar ponerse de pie cuando ella se levanta de la mesa.
Y al día siguiente, o en la próxima cita, su comportamiento pulido se convierte en un capullo. Es como si lo que ha hecho en su deber romántico, fuera por un tiempo y esperara que le llegaran alabanzas hacia él hasta la próxima gran ocasión, porque un día, fue correcto. Tal vez se volverá a repartir tanta generosidad de nuevo para su cumpleaños, un aniversario, o el día de Año Nuevo. Todos los días en el medio no tienen para este hombre ningún objetivo, se olvida de abrir la puerta o sacar a su acompañante la silla. Las flores no llegan sin ninguna razón obvia...
Un caballero elegante se dará cuenta que lo importante son el día a día. Esto no significa que todos los días tiene que reservar una mesa en un restaurante elegante o flores sin fin. Un hombre atento puede fortalecer los cimientos de su relación con facilidad. La extensión de la caballería en las tareas del día a día, son en destacar que ella advierta que su pareja se preocupa por sus inquietudes, sus pensamientos o en simplemente saber escuchar.
En la moda debemos tener los mismos mandamientos, parece que las cenas de empresa son la alfombra roja de los negocios y caballeros no es así. Ir impecable día a día, es sencillo y muy humilde, no se tiene porqué gastar 2.000€ en un traje si nuestro presupuesto no pude más que 300€, lo importante es como se lleva el traje económico como el sastrero.
2 Comentarios
Da gusto leerte amigo Javier, eres brillante.
ResponderEliminar... 100 % contigo.. Un abrazo maestro,
Gracias por tus palabras David. Un placer tenerte por aquí.
Eliminar