Si bien no estoy nada de acuerdo con la inspiración de la colección, no considero que sea un reflejo de la pelÃcula de Brian de Palma "Los intocables de Elliot Ness". La colección tiene un enfoque en la sociedad Newyorkina de los 30, desde los Fedora al efecto más notable de la asociada Gran Depresión fue que la gama de colores se hizo más tenue. Los colores brillantes tan populares en la década de los locos años 20 pasaron de moda.
En cuanto se vieron los primeros compases de la colección no recordé la pelÃcula, pero mi cabeza recordó la famosa fotografÃa de los obreros en el rascacielos de New York. Y ese efecto ser recuerda incluso en la actitud de los modelos, que supieron adquirir el estilo de vida del inmigrante que debÃa ser rudo y arrogante para poder sobrevivir en lo que se estaba transformando la ciudad de los rascacielos.
Las pajaritas y los cuellos abiertos eran una tendencia en dicha época y Tenkey lo refeja con mimo, actores como William Haimes o Rodolfo Valentino se apropiaron de la moda para hacerla propia y convertirla en un referente.
Sobre la pasarela Tenkey nos demostró que la gabardina y el abrigo se convierten en los protagonistas del próximo otoño, en detrimento de cazadoras o prendas cortas. También llamaron poderosamente la atención otras prendas como los blazers de lana, con tejidos ligeramente más pesados, para conseguir más cuerpo y una estética muy definida. Los chalecos y los cárdigans son ya dos piezas icónicas en la firma y cobraron aún más relevancia en los looks del desfile gracias a una apuesta aún mayor pro combinarlos con pajaritas, corbatas de punto y otro de los protagonistas, los tirantes.
No pasaron desapercibidos los accesorios. En cada edición adquieren más importancia y son referencia obligada a la hora de completar el universo Tenkey. Es por ello que no faltó sobre la pasarela una propuesta, por ejemplo, como la gorra tradicional, desde la paperboy a la boina de golf, se convierte en el toque diferente con el que la firma trata de sorprender. El tweed y el estampado en los gorras no es simplemente como evocación al hombre más informal, se vuelve una necesidad de continuar con la lÃnea visual del conjunto.
En cuanto a colores, fieles a su estilo y forma de interpretar la moda, la supremacÃa de los tonos sobrios, masculino y sofisticados. Asà la paleta se compuso de azules marino, gris melange y camel, pasando por granates y marrones, junto con pequeños detalles en verde botella. Un abanico de colores otoñales que están llamados a vestir a un hombre moderno y versado en la cultura de la moda, que elige ante todo, comodidad sin perder elegancia.
Si bien el sombrero junto con las gorras obtivieron un sonoro éxito, un pequeño detalle pasó desapercibido, la ausencia de pantalones vaqueros. El jean desaparece de la estela de la firma, ausencia significativa ya que en dicho periodo empezó a tener una presencia significativa, se convirtió en el uniforme de trabajo de la clase obrera. Pero la razón factible, es el posicionamiento de Tenkey como firma asociada a prendas ancladas en la sastrerÃa y que buscan ser la primera opción para un joven que desea ser elegante y empezar a madurar dentro de su vestidor.
Como colofón de la colección deberÃan haberse rescatado prendas icónicas de la década de los 30 como cazadoras de piel vuelta, que serán un must la próxima temporada o chalecos de punto, que fueron una de las tendencias más visibles en dicho periodo.
Es mi humilde opinión, pero cuál es la suya?.
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