Gran parte de la falta de voluntad para decir nuestra verdad surge de la inseguridad al pensar que no somos tan válidos como el resto. Y así fabricamos una ilusión que exagera o reescribe por completo nuestra identidad. Por supuesto, que no tenemos otra opción cuando nuestra sociedad elige mostrar la perfección de sus vidas a través de las redes sociales, mientras que se mantienen en el armario las imperfecciones y luchas diarias.
Al hablar de nuestra verdad sin importar las consecuencias, estamos en condiciones de seguir el camino de la autenticidad. Incluso si no estamos en poder de la razón, la gente y lo que es más importante nosotros mismos nos reconocemos con honestidad y estableciendo una intención de movernos entre la verdad. Esconderse detrás de una vida con falsedad es insostenible, conduce a estados más profundos de enfermedades patológicas.
El drama y el conflicto se producen inevitablemente a medida que nos permite descubrir nuestra verdad. Debido a que nuestra verdad supondrá una amenaza para algunas personas que le rodean. En última instancia, nos da el poder para tener más fuerte la autoestima a medida que aprendemos que nuestra salud mental no depende de las reacciones de los demás.
Nosotros cometemos errores y aprendemos de ellos
Cuando evitamos hablar de nuestra verdad el tiempo suficiente, nos encontramos con la enfermedad. Literalmente, se enferman tanto que finalmente decimos lo que tenemos que decir.La enfermedad es una acumulación de estancamiento interior, la voz es un instrumento de expresión de conciencia interna. Cuando no la utilizamos o la suprimimos, la energía se estanca dentro de nosotros, lo que lleva a la confusión.
Para poder salir de este bucle se debe aceptar que las redes sociales son un mero entretenimiento, y lo que es más importante, siempre hay alguien más listo que tú, que vive mejor que tú. Hay que dejar ir las historias que falsas, vivimos en una época donde la mentira piadosa se ha vuelto un mantra, ya en un cortejo, no contamos la verdad, sino que la envolvemos para que parezca más elegante, divertida.
Sin embargo, debemos ser fieles, separando la paja del grano. Yo sigo buscando la verdad, y seguro que durante el proceso de exploración seré capaz de obtener una gran sabiduría a través de la experiencia auténtica de la vida.
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