Esto no quiere decir que un Rolex sea elitista, sino que el usuario de la pantalla, desde James Bond a Steve McQueen, es alguien poseído por el conocimiento de saber que no hay nada mejor. Rolex es la piedra Rosetta.
La historia de Rolex en una película no es tan interesante como el alcance de sus usuarios y cómo este simple acto de pantalla ya sea de forma discreta u ostentosa puede definir el carácter del personaje. Por ejemplo, James Bond, un ejemplo de cómo el destino te marca hacia un objetivo, el desarrollo del personaje alimentó el uso de un modelo Rolex, la encarnación de Roger Moore, el estilo con más inteligencia, es claramente el cliente Rolex, incluso si su Submariner en la película "Vive y deja morir" fuera modificado por Q. Espero que no creyera que podría encontrar en Ebay un modelo que dispare un rayo láser.
En la actualidad Rolex es más asequible que nunca, a pesar de ser uno de los patrocinadores de la ATP o de la Formula 1, que seamos sinceros, es el Everest del patrocinio deportivo.
Steve McQueen era un cliente de la marca, y de vez en cuando se reflejaba en la imagen de las películas, era un perfecto embajador sin duda alguna, pura masculinidad. En aquella época todavía no era muy clara la "guerra" entre McQueen y Paul Newman, aunque interpretaban papeles en películas muy parecidas. En la vida personal de Newman llevaba un Daytona regalo de su mujer como premio por empezar a participar en carreras de formula Indi.
Mención a parte son las películas de James Bond, que daría para un artículo entero, aunque en la actualidad utilice los modelos de Omega, aunque ahora ya no bebe Bollinger sino Heineken. Vale la pena mencionar el Submariner inicial de Sean Connery dando inicio a la saga con la película "Dr. No". Durante las películas de Sean Connery y de Roger Moore el Submarine fue actualizándose, impresionante el de Moore en "El hombre de la pistola de oro".
Una vez más, el simbolismo del poder era claro, Bond utiliza Rolex porque toda su vida su propósito ha sido la búsqueda de lo mejor, de ganar, el mejor coche, las mejores mujeres, el champagne y por supuesto su reloj de pulsera.
Una película en la que se reconoce menos la firma es en "Get Carter", con Michael Caine, donde viste un Oyster Datejust. Caine es un gángster que ha dejado su ciudad natal, Newcastle para trabajar con los grandes en Londres. Su gusto por los coches y los trajes, del sastre Doug Hayward, que incluso realizó un cameo. El modelo Datejust se torna discreto en oro amarillo en la muñeca de Cain. Carter no es tosco, no se parece a McQueen o Newman, pero es igual de masculino.
Cualquier persona que pueda entrar en un pub del norte en la década de los 70 con un acento del sur, mientras se cruje los nudillos, pidiendo una pinta de Bitter Kas en un vaso de cristal, es lo suficientemente duro como para usar un reloj utilizado por los más grandes del cine.
El Oyster Perpetual Submarine es probablemente el modelo que la mayoría de las personas que no poseen un Rolex en realidad han oído hablar, se debe principalmente a James Bond. Sin embargo, el cine en general abrazó el Submariner como la elección básica a través de los años sesenta y setenta.
Teniendo en cuando dichas décadas, recuerde conmigo a los protagonistas de estas películas que son todos portadores del Submariner.
Jeff Bridges en "King Kong" (1976)
Richard Dreyfuss en "Tiburón" (1975)
Robert Redford en "Todos los hombres del presidente" (1976)
Nick Nolte en "Abismo" (1977)
Robert De Niro en "El cazador" (1978)
Charles Bronson en "De profesión, asesino" (1972)
Steven Seagal en "Difícil de matar" (1990) es de los 90 pero a que no se lo esperaba.
Del mismo modo, a partir de los años sesenta la imagen de Paul Newman con el modelo Daytona fue usado como el reloj de carreras. Hoy en días este tipo de relojes es el que codiciamos y apreciamos. Newman era un corredor, lo descubrió a la mitad de su carrera, conviertiendose en ese tipo duro que todos conocemos.
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